Las criptomonedas aún son una zona desconocida para muchas
personas, pero sin duda llegaron para quedarse, y aunque todavía no es tan
común que esta moneda se use en todos lados como alternativa de pago, esto va
cambiando cada vez más, y si hablamos de las criptodivisas como activos de
inversión, sin duda han sacudido el sector financiero. Sin embargo, antes de
invertir en una criptodivisa, hay algunas cosas que quizá debes saber, aquí te
contamos algunas de las más importantes.
No tienen el respaldo
de ningún gobierno: A diferencia de una moneda física, como el dólar o
euro, las criptomonedas no están respaldadas por ningún gobierno, es decir que
su valor se mueve libremente por la oferta y demanda, así como los ciclos y
otros factores. Cuando el dólar u otra moneda emitida por algún gobierno
empieza a subir o caer en valor de manera acelerada, el banco central emisor
toma medidas para mitigar la volatilidad y proteger la economía del país, esto
lo hace aplicando políticas monetarias. En el caso de las criptomonedas,
cualquier subida o caída ocurre sin que se pueda hacer nada, de ahí que el
valor de las criptomonedas sea tan volátil.
Cómo se obtienen:
Las criptomonedas se obtienen ya sea recibiendo pagos o bien, comprando
criptomonedas con alguna empresa intermediaria. Las criptomonedas se pueden
guardar en una billetera, la cual puede ser administrada por una empresa como
Binance, o bien, también hay billeteras que podemos descargar a nuestra PC y
móvil, esto nos permite ahorrar comisiones, pero también puede ser peligroso, ya
que, si perdemos el dispositivo y olvidamos la clave de recuperación, podemos
perder todo lo ahorrado.
Opciones: Todas
las criptomonedas iniciaron valiendo milésimas de centavos, hoy muchas valen
miles y, así mismo, también hay miles de criptomonedas diferentes, aunque las
que dominan el mercado son Bitcoin, Ethereum, Litecoin, Dash y Ripple, cada una
con una diferente arquitectura, por ejemplo, siendo más eficiente en
transacciones o incorporando la posibilidad de crear contratos inteligentes.
También existen otras criptomonedas baratas con futuro,
por lo que, si no quieres invertir demasiado, puedes comprar un par de criptos
como BTT o Cardano, que valen centavos pero que son proyectos que quizá crezcan
mucho en unos años.
Una relación de pareja sana no es aquella en la que todo es
perfecto, pues tanto en lo individual como en pareja se tienen buenos y malos
momentos. Pero a pesar de las discusiones y diferencias que se tienen de vez en
cuando, las relaciones de pareja sanas saben cómo afrontar los problemas y
sobre todo, saben cómo disfrutar de la relación. En este artículo te contamos
algunas características de las relaciones
de pareja sanas.
Buena comunicación: Tener
una buena comunicación es algo imprescindible en cualquier pareja sana. No nos
referimos a contar cada detalle de nuestra vida, pero sí de intentar crear una
relación más profunda, así como adquirir la costumbre de hablar sobre los
problemas y diferencias que se tienen en lugar de guardarlos a modo de
evitación, lo que los convierte en rencor que en el futuro afectara la
relación.
Aceptar las
diferencias: Nunca debemos olvidar que las parejas se componen de personas
individuales, y que cada una puede tener opiniones diferentes a la otra. Las
diferencias pueden hacer interesante a una relación, pero también dar origen a
conflictos. Una parte esencial de una relación sana y sólida es aceptar las
diferencias y saber respetar los puntos de vista del otro.
Pasa tiempo de
calidad: Hacerse el tiempo para compartir juntos es importante, pues de
esta manera se puede construir un lazo más fuerte en donde se disfrute de la
compañía de la pareja. Una pareja que no disfruta de pasar tiempo juntos no es
sana, esto muy regularmente es debido a la rutina.
Pasar tiempo de calidad permite no solo disfrutar más la
relación, sino permite crear recuerdos que ambos atesoren por siempre, y es que,
al fin de cuentas, son los buenos momentos los que siempre nos recuerdan el
valor de nuestra pareja.
Cuando se trata de invertir, la mayoría de la gente empieza
por el Qué. ¿En qué debo invertir? ¿Cuál debe ser la estrategia de mi cartera?
¿En qué acciones debo invertir?
Pero hay un punto de partida más importante: Por qué. ¿Por
qué quiere invertir en primer lugar? ¿Por qué está creando una cartera?
La selección de una estrategia de inversión depende en gran
medida de sus objetivos financieros. Este es a veces un primer paso que se pasa
por alto a la hora de construir una estrategia de inversión sólida.
No puede planificar la cartera adecuada a menos que sepa
para qué quiere ahorrar, cuánto quiere ahorrar y cuándo le gustaría utilizar
ese dinero.
Puede pensar en la creación de una estrategia de inversión
como un enfoque descendente. Empiece con la idea general de lo que quiere
conseguir. A continuación, seleccione la estrategia que tenga más sentido en
función de esos objetivos. ¿Debería invertir en acciones o en bonos? ¿O debería
mantener su dinero en efectivo? ¿O debería hacer algo completamente distinto?
En primer lugar, puede considerar estos dos objetivos
recomendados: Crear un fondo de emergencia y ahorrar para la jubilación. A
veces se denominan "objetivos finales", porque son sus principales
objetivos financieros a corto plazo y a largo plazo. A partir de ahí, la forma
de priorizar los demás objetivos depende exclusivamente de usted.
Su fondo de emergencia es una suma global a la que puede
acceder fácilmente en caso de emergencia, por ejemplo, si le despiden o se
enfrenta a costes sanitarios inesperados. Es sabido que este fondo debe ser de
tres a seis veces su gasto mensual, dependiendo de la aversión al riesgo y de
lo bien asegurado que esté.
- ¿Cuánto gasto cada mes?
- ¿Qué parte es gasto necesario y qué parte es discrecional?
- ¿Cuántos meses de gastos me gustaría tener ahorrados?
- ¿Tengo personas a mi cargo u otras que viven de mis
ingresos?
- ¿Cuál es mi fondo de emergencia objetivo?
Crear un fondo de jubilación
La jubilación puede ser su mayor objetivo financiero a largo
plazo, y aunque parezca muy lejano, es útil empezar a ahorrar pronto. ¿Por qué?
Cuanto antes empiece a ahorrar, más tiempo tendrá su dinero para trabajar para
usted.
Considere la posibilidad de preguntarse:
- ¿A qué edad quiere jubilarse? Para los nacidos después de
1960, la edad plena de jubilación de la Seguridad Social es de 67 años.
- ¿Cuánto dinero necesita para vivir cada año (en dólares de
hoy)?
- ¿Cuánto tiempo espera vivir? Estadísticamente, los nacidos
en la década de 1980 tienen una esperanza de vida de unos 79 años, pero para
estar seguro (y ser optimista), es posible que quiera planificar para (mucho)
más tiempo.
- ¿Cuánto tiene ahorrado actualmente para este objetivo?
Puede utilizar una calculadora de jubilación para ver si va por buen camino.
La forma de priorizar todo lo que hay entre el fondo de
emergencia y la jubilación depende totalmente de usted. Por ejemplo, ¿quieres
comprar una casa? ¿Formar una familia? ¿Empezar un negocio? ¿Ir a unas
vacaciones épicas de un mes? ¿Muchas de las anteriores?
Cualquier objetivo que se le ocurra está sobre la mesa. Es
posible que quieras ser específico, es decir, saber exactamente cuánto dinero
necesitas para lograr cada objetivo y para cuándo. ¿Por qué? Si es específico,
tendrá muchas más probabilidades de alcanzar ese objetivo y, cuando llegue el
momento de utilizar ese dinero, ya se habrá dado permiso y podrá disfrutarlo.
Considere la posibilidad de preguntarse
- ¿Cuál es tu objetivo?
- ¿Cuándo necesitas el dinero?
- ¿Cuánto necesita?
- ¿Cuánto puedes ahorrar cada mes?
- ¿Qué obstáculos pueden surgir?
Como ha visto en los ejercicios anteriores, cada uno de sus
objetivos tiene un horizonte temporal específico. Esto conduce a una estrategia
de inversión subyacente: En general, cuanto más largo sea el horizonte
temporal, más riesgo podrá asumir, porque podrá capear la volatilidad del
mercado.
A la hora de tomar una decisión sobre cómo construir una
cartera, conviene tener en cuenta que el riesgo y la recompensa son dos caras
de la misma moneda. No se puede tener uno sin el otro.
No existe una inversión que ofrezca una gran recompensa sin
ningún riesgo. A menudo, el riesgo viene
en forma de volatilidad, que es lo mucho que fluctúa el precio de un tipo de
inversión. Aunque estas fluctuaciones suelen ser temporales, pueden pasar meses
o incluso años hasta que los rendimientos vuelvan a sus promedios históricos.
Para la mayoría de personas, el hogar es la inversión más
grande que van a hacer a lo largo de su vida, por tanto, se trata del principal
patrimonio familiar, y no solo tiene un valor económico, sino también
sentimental, por tanto, mantener nuestra casa en buen estado debería ser algo
primordial, y uno de los aspectos que más se suele subestimar, es la necesidad
de impermeabilizar el inmueble. En este artículo te hablaremos sobre la
importancia de impermeabilizar tu hogar.
La humedad es una de las principales amenazas de cualquier
inmueble, y esto no porque sea difícil de combatir, sino porque muchas personas
le dan poca importancia hasta que ya es tarde. Los efectos de las lluvias no
tienen un efecto inmediato en las paredes o techos de un hogar, aun cuando este
no este impermeabilizado, e incluso puede que ni siquiera presentes goteras.
Pese a lo anterior, la humedad sí que puede causar estragos en una propiedad
conforme pasa el tiempo, pueden ser años, pero lo que es seguro es que
terminara debilitando la construcción, más concretamente el techo y paredes.
La humedad puede ser producto de lluvias, pero esto no
significa que el agua solo desgaste el techo, sino que las moléculas de agua
son capaces de evaporarse, congelarse con ello expandirse por las paredes, esto
según el clima y las lluvias que temporada a temporada aumentan aún más la
humedad presente en la estructura, lo que se traducirá en grietas, daños a las
instalaciones eléctricas, moho, y en esencia, reduciendo tanto el valor del
inmueble como la calidad de vida de quien viva en el mismo.
Es por ello que impermeabilizar terraza es tan importante, ya que nos permite
proteger nuestro hogar no solo de goteras, sino de daños a la estructura en el
largo plazo.
Para muchos contar con un ordenador es algo esencial para el
día a día, y es que mediante el mismo podemos trabajar, estudiar y hacer una
gran cantidad de cosas que no podemos o nos es muy difícil de hacer en con el
móvil. Si este es tu caso, puede que sea mucho más fastidioso el que tu PC
empiece a tener bajo rendimiento que el tener el mismo problema en un móvil, y
es que mientras que en móvil es cosa de correr algunas apps de limpieza, en un
PC la cosa es más compleja, por no decir que una de las cosas más irritantes
que nos pueden suceder frente a una PC, es que se congele mientras trabajamos,
haciéndonos perder datos que en el peor de los casos son resultado de varias
horas de trabajo. Es por ello que, con información de todoparapc.com,
en este artículo te contamos algunos tips para que tu PC obtenga un mejor
rendimiento sin que esto implique gastar demasiado.
Usa un SSD:
Muchos ordenadores de hace 5 años siguen teniendo un hardware bastante decente,
yo mismo estoy usando una PC comprada hace 7 años y en la cual aún puedo editar
videos de manera fácil. Sin embargo, un vestigio de esos no tan lejanos años
son los discos duros tradicionales, denominados HDD. Este tipo de
almacenamiento suele ser más lento en cuanto a lectura se refiere, por lo que
aun con un buen procesador o GPU puedes sentir que la PC es lenta.
Si este es tu caso, te recomendamos cambiar a un disco duro
SSD, si, ese tipo de almacenamiento que es más reducido, más veloz y que hace
unos años tenía un precio ostentoso, pero que, en caso de que no te hayas
enterado, hoy en día es mucho más económico, por lo que es por unos cuantos
euros puedes cambiar tu disco duro a uno sólido y aumentar entre un 25% y 50%
el rendimiento de tu PC.
Añade más RAM: La
RAM es uno de los aspectos más subestimados a la hora de analizar el
rendimiento de un ordenador, siendo que tener una RAM menor a la necesaria
puede reducir el rendimiento de nuestra PC aun si contamos con un CPU y GPU
potente.
Mantenimiento:
Por supuesto, nunca sobra mencionar que cada tanto debes dar un mantenimiento
básico a tu ordenador. Esto implica limpiar los registros, desfragmentar el
disco y pasar el antivirus.